Una cuestión que considero que actualmente a la mayoría se nos pasa/pasó por la cabeza antes de tomar la decisión de decir sí al voluntariado es el COVID, ya que es algo que va a acompañarnos en este proceso como uno más.
A pesar de esto, yo llegué en Agosto a realizar mi voluntariado, acompañada como bien he mencionado antes, por la situación en la que desde hace varios años se encuentra todo el mundo, el Covid…
Desde la entrevista en a que junto a mi coordinadora salió el tema de “la nueva normalidad”, yo venía mentalizada de que en cualquier momento nos podrían confinar, restringir horarios, cerrar establecimientos, no poder ir a trabajar, cierre de fronteras… todo puede cambiar de una semana a otra en esta situación y es importante plantearse cómo vas a afrontarlo, o al menos tenerlo en mente.
Aun así, desde agosto a diciembre yo me siento muy afortunada y contenta por la situación que he podido vivir, ya que aun conviviendo con el covid y algunas restricciones a las que esto conlleva, he tenido la oportunidad de poder conocer personas, ciudades y pueblos de Portugal junto con otros voluntarixs y muchas playas del Algarve, además ha podido venir a visitarme mi familia y seres queridos para conocer esta preciosa zona y he podido disfrutar de mi trabajo de forma presencial, que es la mejor para aprender tanto un idioma como el funcionamiento interno de un proyecto.
También pudimos asistir al on-arrival, un encuentro que realizamos en Porto de forma presencial y en el que participaron voluntarios que se encontraban en distintas partes de todo Portugal, para mí fue toda una suerte poder asistir en persona y no on-line a este viaje, hacer las actividades, poder compartir experiencias con otros voluntarios y conocer la ciudad.
Ahora nos encontramos en las primeras semanas de enero y la realidad ha cambiado de nuevo con respecto al Covid, la reducción de horarios y de poder asistir al trabajo de forma presencial debido al aumento de casos es el nuevo desafío con el que me encuentro en este año nuevo, sintiendo la incertidumbre de no saber qué va a pasar a largo plazo, centrándome en pensar en el día a día y con ello, sin poder hacer planes en el tiempo.
Espero que con el paso de las semanas estos datos vayan mejorando y todo vuelva a la “normalidad”, para poder aprovechar esta experiencia al máximo, pero mientras tanto y como bien hemos interiorizado desde que todo esto comenzó, paciencia y cuidado… ojalá que esto que he escrito sirva para ayudar a personas que necesiten respuestas o que se encuentren ante esta misma situación.
Até já!!